Tercer Grado Penitenciario: ¿Qué es y Qué se Necesita para obtenerlo?

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El tercer grado penitenciario es el último eslabón en la cadena de grados penitenciarios del sistema judicial.

En este nivel se ubica a los presos que tienen capacidad de vivir en semilibertad, amoldándose a las disposiciones sociales y legales que se les impongan.

Para llegar hasta allí, los presos deben demostrar un conjunto de actitudes que permitan a las autoridades asignarles este grado.

   

¿Qué es el tercer grado penitenciario?

El tercer grado penitenciario es el nivel mediante el cual un preso obtiene la condición de cumplir su pena bajo un régimen semipresencial.

A través de este nivel se otorga un cierto nivel de confianza a quienes han cometido delitos de bajo impacto social o que han demostrado cierto comportamiento favorable estando en el segundo grado.

Como es lógico, su correcto desempeño puede traer consigo la consecuencia positiva de la plena libertad en poco tiempo.

¿Cuál es su clasificación penitenciaria?

Dentro del sistema judicial, los presos pueden estar ubicados en el primer grado, segundo grado o tercer grado penitenciario.

Bajo el primer grado se incluyen aquellos reos que han causado daños muy elevados en la sociedad y se considerar bastante peligrosos. Muchas veces, estos reos se orientan a las conocidas cárceles de máxima seguridad.

En el segundo grado se establecen la mayoría de los presos que están cumpliendo condena bajo el régimen cerrado.

Una de las particularidades que establece el régimen de justicia es que los presos podrán pasar de un nivel a otro en función de ciertos aspectos.

Este mecanismo no aplica solo de forma progresiva, sino también regresiva, por lo que se admite una cierta flexibilización en torno al tema.

   

¿Qué se necesita para acceder al tercer grado penitenciario?

Existen distintas formas de acceder al tercer grado penitenciario. La principal de ellas es haber demostrado un buen comportamiento en el segundo grado.

Para acceder a esta modalidad, la ley establece que el preso debería haber cumplido un 25% de la pena impuesta. En todo caso, tendrán mucha influencia las valoraciones de la personalidad, el medio social, las posibilidades para tratarse, entre otros.

También es posible que se aplique a aquellos presos que tienen una enfermedad grave o cuyas condiciones físicas le imposibiliten hacer daño.

Hay que saber que los reos que hayan sido condenados por ciertos delitos no podrán ganarse el tercer grado hasta haber cumplido el 50% de la pena.

   

¿Qué delitos se incluyen en el tercer grado?

Dentro de estos delitos se incluyen el terrorismo, el abuso sexual a menores, la prostitución de menores, entre otros.

En otro tipo de casos que hayan generado necesidad de cumplir una responsabilidad civil, los reos deberán haber cumplido dicha deuda antes de pasar al tercer grado.

Por ejemplo:
Cuando se han cometido actos que dañen a trabajadores o que atenten contra el buen funcionamiento de la administración pública.

Es lógico que existen momentos en que el preso no tendrá oportunidad de hacer los pagos correspondientes, pero se debe valorar la conducta para resarcir el daño.

Los casos que se generen en torno al terrorismo también tendrán unas condiciones especiales para hacerse parte del tercer grado. Se debe dar demostración inequívoca de haberse desvinculado de todo tipo de organización que promueva estos actos.

Una de las formas de avanzar en este sentido consiste en que el preso ayude a definir los movimientos de la organización.

También es posible ayudar a la captura de quienes formen parte de ella o impedir que generen acciones que ya estaban planificadas con anterioridad.