Régimen de Visitas Padre No Custodio

Régimen de Visitas Padre No Custodio
Olichel / Pixabay

¿Qué es el régimen de visitas de un padre no custodio?

Existe en Derecho de familia, varios regímenes de visitas que operan cuando, tras una separación o un divorcio, la custodia es asignada a uno de los progenitores, hecho que incide en la relación familiar por cuanto existen varias normas de carácter legal que son aplicadas cuando existen hijos menores o discapacitados inmersos en una disputa que no les pertenece.

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El régimen de visitas se maneja como un derecho del llamado progenitor no custodio, quien debe someterse a ciertas reglas que regulan la forma de comunicarse y tratar con sus hijos tras producirse un trato de mutuo acuerdo con la otra parte, o por una decisión judicial resuelta cuando no es posible lograr un arreglo que sobre todo favorezca a los hijos menores de edad.

El objetivo fundamental del régimen de visitas, en cualquiera de sus modalidades, es que los hijos no pierdan la relación con el progenitor no custodio, ya que se busca la preservación de los lazos parentales, afectivos y minimizar lo más que se pueda el impacto emocional que la separación de los padres acarrea en los hijos, quienes suelen sufrir alteraciones en la conducta, depresión, miedo, bajo rendimiento académica y problemas de socialización, entre otros problemas derivados de una ruptura traumática del hogar constituido.

Por eso se le asigna al progenitor no custodio el derecho de pasar tiempo con sus hijos, en diferentes condiciones, así como también el deber de pasar una pensión que servirá para ayudar en la manutención.

¿Cómo son las visitas a los hijos de padres separados?

Se dan varias situaciones en este contexto de disolución de un matrimonio, que generan diversos regímenes de visitas, con distinciones relacionadas no sólo con el contexto que derivó en una ruptura definitiva, sino con la edad de los hijos menores de 3 años, así como  aquellos entre 3 a 14 años  y los de más edad.

En todo caso y a todo evento, el progenitor no custodio siempre deberá ayudar económicamente al sostenimiento de los gastos derivados de la crianza de su hijo.

Legalmente se ha establecido la figura del régimen de visitas y comunicaciones, que no es más que un acuerdo entre los padres destinado a impedir que el progenitor ausente pierda contacto con sus hijos.

Se establece entonces un contrato legal dirigido por un juez de familia, quien definirá las reglas del juego y establecerá el régimen de visitas del padre no custodio. De esta manera, se persigue evitar que los niños sean perjudicados. En España, se toma muy en cuenta la edad de los niños para fijar el régimen de visitas.

Por ejemplo:
Si los niños están en edad de lactancia, entonces se restringen las horas o los días, indicando tres veces por semana al caer la tarde, toda vez que no es bueno mantener al pequeño separado por completo de la madre.

En casos de niños más grandes y adolescentes, los horarios suelen abarcar gran parte o todo el fin de semana, con alternancia y la mitad del tiempo de vacaciones. Y si el padre por ejemplo vive en otra ciudad, se pueden acumular los fines de semana que ha establecido el juzgado.

¿Qué pasa cuando un padre no cumple con las visitas?

En ocasiones, el progenitor no custodio se olvida de cumplir con lo acordado. En situaciones límites el progenitor responsable de la guarda y custodia tiene la potestad de interponer una demanda de ejecución de convenio o sentencia, a fin de que el juzgado respectivo demande el cumplimiento, considerándose incluso un delito que el progenitor no custodio haga caso omiso a los llamamientos.

Y si esto sucede en forma reiterativa, el juez que conoció de la demanda puede formular nuevos horarios de visitas o suspenderlas.

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Si el escenario implica que sea el menor quien no desee compartir con su progenitor no custodio, entonces su voluntad ha de ser respetada y el régimen de visitas será revisado a fin de adaptarlo a la nueva realidad, tratando siempre de que el vínculo padre-hijo no se rompa definitivamente.

En cuanto a las comunicaciones, por lo general no hay restricción alguna de que un padre hable con sus hijos cuando lo deseen ambos, siempre en horas normales y haciendo uso de la tecnología actual, preferiblemente por chat o video llamadas.

El régimen de visitas inclusive se extiende a los abuelos, quienes por acuerdo de los cónyuges forman parte del convenio, al fijarse también para ellos cuándo es conveniente visitar a los niños. También en casos muy conflictivos, los abuelos pueden solicitarlo ante un juzgado para garantizarse el contacto frecuente con sus nietos.

¿Cuándo se puede suspender el régimen de visitas?

Existe otro escenario donde sobreviene un incumplimiento del régimen de visitas y comunicaciones, por lo que se pueden producir denuncias ante el juzgado respectivo, bien sea por el progenitor no custodio o por el que posee la guarda y custodia del menor.

Se dan entonces varios casos que pueden describirse brevemente de la siguiente manera:

  1. Incumplimiento de los horarios de visitas establecidos.
  2. El padre ausente entrega al niño o a sus hijos en horarios distintos a los convenidos.
  3. La comunicación se interrumpe por prohibición del progenitor que posee la guarda y custodia de los niños.
  4. Las visitas no son permitidas y el padre no custodio no puede acceder a sus hijos.
  5. Los niños son llevados a un lugar distinto del acuerdo durante el tiempo de permanencia con el progenitor no custodio, quien por ejemplo delega en los abuelos este derecho y evade de esta manera su responsabilidad.

Se dan muchas otras situaciones que pueden frustrar o que complican la situación, desde intromisiones de la nueva pareja de uno o ambos progenitores, hasta casos de venganza de uno de los padres resentidos tras el divorcio, castigando de esta forma realmente a los niños y no a su ex cónyuge.

En la actualidad, el incumplimiento del régimen de visitas pueden considerarse una falta grave y es susceptible de ocasionar una demanda, la cual puede ser introducida a través de una denuncia interpuesta en la Comisaría de la Policía Nacional, primer paso para la celebración de un juicio donde un juez competente puede imponer sanciones económicas, retirar el derecho a las visitas y hasta imponer sanciones distintas, como trabajo comunitario.

Es un procedimiento donde debe actuar un abogado privado en representación del demandante ante el juzgado. Además, el progenitor que pierde el caso debe asumir los costes económicos asociados.

¿Quién decide el régimen de visitas?

Puede darse el caso de que ambos progenitores llegan a un acuerdo sin mayores traumas para que los niños siempre disfruten de la compañía del padre ausente del hogar.

Pero cuando no hay arreglo propio posible, entonces es necesario recurrir a las instancias legales, siendo un juez de familia quien resuelva cómo funcionará el régimen de visitas y comunicaciones.