Este despido es de carácter procedente porque lo realiza ajustándose a la Ley.
Aún cuando se trata de una condición unilateral, el empleador se asegura de que todos los requisitos sean cubiertos de forma que su decisión no pueda ser discutida.
Sin embargo, esta valoración no le corresponde a él sino al juez que se encargue de llevar el caso, si el trabajador decide presentar la denuncia.
Existen varias razones que pueden ocasionar que un despido sea procedente.
¿Qué necesitas saber?
¿Qué es el despido procedente?
En este caso, a diferencia de los despidos improcedentes o nulos, la empresa se ocupa de cumplir todos los requisitos exigidos.
De esta forma, se evita alteraciones en torno a su decisión si se da el caso de tener que presentarse ante un juzgado. Esto no quiere decir que porque un despido se considere procedente no deberá atender a asuntos como el finiquito o el pago de indemnizaciones.
Todo lo contrario, pues lo que busca el empleador precisamente es quitarse de encima las trabas que le podrían surgir en torno a esta acción.
Período de preaviso
Este período es el que se conoce como preaviso y parte de su finalidad es ofrecer al trabajador el tiempo apropiado para conseguir un nuevo empleo.
Durante este tipo, el trabajador tendrá disponible un tiempo de su horario laboral semanal para dedicarse a la búsqueda de un nuevo empleo.
Además de eso, habrá que emitir la carta de despido en la cual se debe señalar con mucha claridad las razones que han llevado a tomar esta decisión.
¿Cuántos días te tocan por despido procedente?
En el despido objetivo se toman en cuenta consideraciones de funcionamiento de la empresa, como los aspectos económicos.
Además de la indemnización calculada como ya hemos visto, también corresponderá el pago del finiquito.
En el caso del finiquito es la liquidación que le toca a cada trabajador por el acumulado que obtuvo durante su tiempo de servicio.
¿Cuáles son las causas del despido procedente?
El despido procedente puede tener distintas causas y todas irán vinculadas al tipo de despido que se trate. Así que valoremos cada una de ellas.
Despido objetivo
Como ya mencionábamos más arriba, este suele ser uno de los despidos procedentes más habituales.
Las razones que llevan a un empresario a utilizarlo son las siguientes:
- Cambios en el sistema de producción de la empresa donde se avance en la automatización, por ejemplo y ya no se necesite disponer de tantos trabajadores en el área.
- Dificultades económicas importantes que tenga preocupada a la administración de la empresa y que ponga en riesgo su continuidad en el tiempo.
- Cuando la empresa evidencia cambios en los canales de ventas, ya sea por disminución en el consumo de sus productos o dificultad para su colocación en el mercado.
Aún cuando en todos estos casos la empresa tiene razones de peso para prescindir de los servicios, solo quedará libre del pago de indemnización en el caso de un despido disciplinario.
Un día, este cliente quiebra o decide dejar de trabajar con la empresa. Es obvio que si la empresa pierde un 30% de sus ventas, es probable que no pueda asumir el mismo coste de trabajadores que mantenía.
Despido disciplinario
Sin embargo, hará falta demostrar que las situaciones que han llevado a esta decisión sean verídicas y comprobables.
En este sentido, se toman como causales los siguientes:
- Mantener una conducta moralmente cuestionable, con faltas de respeto hacia los pares o superiores. Aquí se incluye el acoso y la violencia en sus distintas modalidades, ya sea física o emocional.
- Incumplimiento a las normativas establecidas por la empresa y que pueden girar en torno al horario, el uso del uniforme e implementos de seguridad, etc.
- La falta de cumplimiento en sus funciones o la evidente reducción en la capacidad operativa del trabajador.
- Uso de sustancias no apropiadas dentro del recinto de trabajo o cuando se llegue a él en malas condiciones, como en estado de embriaguez, drogado, etc.
Un empleado debe empezar a trabajar a las 9:00 de la mañana, pero de forma injustificada acude muchos días a las 9:15-9:20h.
Además, esta persona no realiza su trabajo correctamente. Comete errores y no asume responsabilidades.
Si la empresa dispone de pruebas suficientes, como el control horario, podría proceder a un despido disciplinario.
¿Qué diferencia hay con el despido objetivo?
En general, el despido objetivo podría considerarse una parte del despido procedente.
Esto se debe a que el despido procedente no se trata como algo específico, más bien a lo que hace referencia es a si el despido es válido o no.
¿Qué diferencia hay con el despido improcedente?
El despido improcedente es, como su nombre lo indica, el antagonista del despido procedente.
Por esta razón, el juez anuncia que no puede enmarcarse dentro de esta familia y se exige entonces el cumplimiento de otra serie de medidas.
Despido nulo y reinserción en el puesto de trabajo
La primera de ellas conlleva al hecho de que el empresario debe reasignar al trabajador en el puesto de trabajo que tenía con las mismas condiciones.
Pago de indemnización
También es aplicable el pago de una indemnización que irá en razón a lo que dicta la ley al respecto. Para cada caso, se tomará en consideración si el trabajador ingresó antes o después del año 2012.
Para después del 2012 se considerarán 33 días de salario por año.En el caso de los que ingresaron antes de esta fecha, el pago correspondiente será de 45 días por año.
¿Cómo sabemos si nos han despedido de forma disciplinaria?
Las causas de despido disciplinario están establecidas más arriba y será necesario comprobar si realmente hemos cometido la falta o no.
En todo caso, el empresario deberá tener las herramientas que aseguren que su decisión ha sido la correcta y para ello hará uso de los canales regulares.
Los despidos siempre se definirán como acciones polémicas pues se trata de una acción mediante la cual una persona es afectada en torno a su puesto de trabajo.