Cuando pensamos en familia, a la cabeza nos viene el típico grupo de personas que están vinculadas de forma afectiva y de consanguinidad (madres, padres, hijos/as, abuelos/as, etc.). Pero, aparte de su significado sociológico y antropológico, también tiene una definición en términos legales. En este sentido, el Derecho de Familia es defendido por los abogados de familia, que ayudan a sus clientes en este tipo de problemas.
¿Qué es el derecho de familia?
Pertenece a la práctica legal y se ocupa de los procesos y regulaciones de las leyes que están vinculadas a las relaciones de familia. Todos los miembros de la familia disponen de derechos como son la capacidad para casarse o divorciarse, adopciones, normas sobre manutenciones de hijos y conyugal, etc. y que están determinados por leyes de familia.
El derecho de familia dispone de profesionales que defienden los intereses de sus clientes, en términos de derecho de familia, denominados abogados de familia. E, incluso, existen tribunales y cortes que resuelven trámites legales vinculados con este derecho.
¿Qué hay del derecho de familia en nuestro país?
El Código Civil es una norma de vital importancia donde se sitúa la regulación del Derecho de Familia. Apareció en 1889 para tratar los cambios sociales que se estaban produciendo en España y dar respuesta a las nuevas situaciones familiares.
Las modificaciones realizadas en las décadas de los 70 a 90 introdujeron cambios relevantes en la normativa, como fue la eliminación de la licencia marital o la autorización que necesitaban las mujeres casadas para disponer de actos jurídicos y patrimoniales.
Con la entrada en vigor de la Constitución Española en 1978, se establecieron también reformas fundamentales para implantar la igualdad ante la ley sin diferencias de sexo o filiación.
De esta forma, en los 80 se aprobaron las primeras leyes que afectan de forma directa a la adopción y situaciones de crisis en el matrimonio como es el divorcio. Otra modificación vital fue la promulgada en 2005 con una ley que introdujo los matrimonios entre personas del mismo sexo y adaptando, de esta forma, el Código Civil a la realidad actual del país.
¿Qué se entiende por familia?
En términos del derecho, la familia tradicionalmente es considerada como una comunidad formada por cónyuges y descendientes, pudiéndose incluir personas que sean o no convivientes y que tengan algún vínculo cercano. Sin embargo, el concepto de familia ha sido protagonista de una importante evolución histórica.
En general, podemos encontrar varios tipos de familia en función de su parentesco:
- Por consanguinidad. Están unidas por un vínculo de sangre como son padres-hijos, abuelos-nietos, hermanos, etc.
- Por afinidad. Derivado del matrimonio y donde no hay lazos de sangre, pero pueden tener hijos en común.
- Adopción. Es el parentesco civil de una adopción donde se considera al hijo adoptado como propio, aunque no haya vínculos sanguíneos. Este niño/a pasa a tener los mismos derechos y obligaciones que un hijo/a biológico.
- Por convivencia. Es el lazo que une a dos personas que viven juntas durante un periodo de tiempo y que pueden disponer de beneficios y obligaciones en conjunto.
¿Qué es y de qué se ocupa un abogado de familia?
Podemos encontrar abogados que se especializan en el Derecho de Familia. Este profesional es el encargado de asesorar de forma jurídica en áreas vinculadas con el ámbito familiar como son la adopción, custodia de hijos, divorcio, etc.
Suelen funcionar como mediadores en una disputa entre miembros de la familia y se encargan de representar a los clientes en procedimientos ante tribunales. Así mismo, pueden redactar documentos legales como acuerdos prenupciales o de propiedad e, incluso, en adopción, paternidad y otros temas no vinculados al divorcio.
Normalmente, suelen tratar en su práctica dentro del derecho de familia:
Separación y divorcio
Los abogados de familia pueden orientar en casos de separación y divorcio.
En cada caso, se necesita un buen asesoramiento jurídico para cesar la vida conjunta y hay que tener en cuenta ciertos aspectos sobre los que hay que negociar. Según la Ley, el requisito mínimo para el divorcio o la separación es que haya pasado, al menos, 3 meses de la fecha del matrimonio.
Custodia de hijos
Cuando una pareja se separa, se necesita establecer una custodia de los hijos como pilar fundamental y cómo se relaciona el menor con sus progenitores y familiares una vez eliminada la convivencia. Ha de ser aprobado por un juez y bajo convenio.
Herencia
Toda persona es libre de dejar sus bienes a quien quiera, aunque hay unas normas básicas que se han de respetar, como son la legítima. En estos casos, un abogado de familia puede ayudar en temas de herencia como son los testamentos, sucesiones, renuncias y partición de herencias.
Acuerdos prematrimoniales
Otra de las decisiones más importantes en las parejas es qué régimen económico tendrá (separación de bienes, gananciales, participación en ganancias, etc.), ya sea durante la vida en común como en una posible ruptura futura.
Los acuerdos patrimoniales regulan todo lo que tienen dos personas que están en una relación y donde ambos saben de qué derechos y obligaciones son titulares en su situación. Esto establece unas normas de convivencia y previsiones que, en caso de disputa o ruptura futura, no haya mayores problemas.
Filiaciones
Estos procesos tratan aspectos como quién es el verdadero padre de una persona o, por el contrario, un padre que está buscando a un hijo.
Esto tiene más connotaciones que el simple reconocimiento de la paternidad, ya que se involucran también cuestiones de herencia y de responsabilidad parental (si el hijo es menor de edad).
La complejidad emocional de los casos de derecho de familia
En ciertos asuntos vinculados con la familia y las relaciones personales hay que evaluar cada caso en concreto y según las circunstancias.
Es importante que el abogado sepa establecer límites para no dejarse envolver por los sentimientos y poder dar un asesoramiento jurídico objetivo (aunque en algunos casos sea complicado). Por eso, el asesoramiento se ha de realizar por especialistas en Derecho de Familia.
En este sentido, los abogados han de disponer de técnicas psicológicas para establecer estrategias jurídicas mientras tratan con el cliente un tema sensible como es la familia.
En definitiva, un buen abogado de familia ha de tener conocimientos jurídicos, así como desarrollar facultades que le permitan lidiar con las relaciones personales de sus clientes. Es decir, que cultive la empatía, gestión de las emociones, comunicación y escucha activa.
Lo que debes saber al contratar un abogado de familia
Es importante saber que la labor de los abogados de familia es limitada, por lo que no son figuras de autoridad ni agentes de la ley, solo son consultores en un área jurídica determinada. Es más, el abogado se puede encargar de preparar el caso en caso de la intervención de un ente judicial o gubernamental para conseguir una declaración justa.
El consultante siempre ha de tener la decisión en sus manos sobre los planes e intenciones y no el abogado, ya que su función es la de asesor.
Además, es importante conocer las atribuciones del profesional sobre su campo de trabajo para saber si es el indicado para contratar, si sus funciones y conocimientos se adaptan al pleito familiar.
El trabajo de un abogado de familia es fundamental y consiste en poner en la mesa todo su conocimiento sobre la ley de familia para que actúe como mediador en conflictos familiares que surgen y que requieren que se resuelvan ante la justicia de forma equitativa y respetando siempre los derechos de cada persona.